Hoy se conocieron las sentencias por la muerte de 194 personas en el boliche porteño de Cromagnon. Y por primera vez afuera del recinto escuche una palabra sensata cuando reporteaban a uno de los sobrevivientes de aquella fatídica noche y señalaba que callejeros no era culpable pero si responsable, al igual que todos los que fueron esa noche, incluyéndose.
Espero que aprendamos de esta terrible tragedia, pero es solo un deseo que no veo muy cercano a cumplirse puesto que solo basta con salir de noche en cualquier ciudad de la argentina para darse cuenta que los Cromagnon siguen existiendo. No existen leyes más duras ni contralor suficiente para que la protección contra incendios en establecimientos nocturnos sea eficiente. El estado no tiene la capacidad para inspeccionar, pero no solo hablo de capacidad de personal sino capacidad técnica pues normalmente son civiles los que realizan este trabajo, que por ahí han adquirido alguna capacitación sobre las leyes, pero no sobre la especificidad del tema, como se hace en Estados Unidos si se quiere, quienes son los propios bomberos quienes se encargan de la verificación de la distribución de matafuegos, control de hidrantes, elementos constructivos y todo lo que tiene que ver con el fuego.
En nuestro país la legislación data del año 79, y en algunas provincias hay ordenanzas a nivel local que suplen algunos aspectos, pero no todos y la provincia de Buenos Aires, después de esta tragedia puso en funcionamiento la ley 1316 de Evacuación y simulacro, que tampoco pudo llenar los espacios vacíos que existen en la legislación argentina pero en algo ayudó.
Y me pregunto en el título de esta nota si aprenderemos de una vez porque a partir de allí se abrió una brecha donde a los locales de reunión pública los confinaron a un determinado número de personas de acuerdo a su capacidad. Y digo que cada uno es responsable porque si vas a un boliche y no ves una salida de emergencia o esta cerrada, obstruida, como muchas de nuestra ciudad, no te quedes, o hace algo por cambiar. Cada uno debe cuidarse si el estado o el privado no se compromete en este sentido.
Una vez me toco asistir a una cena en un lugar de alto nivel de nuestra ciudad y como hombre de la seguridad me fijo en todo y me toco sentarme cerca de la “SALIDA DE EMERGENCIA” que estaba demarcada con un cartel que así lo expresaba y cuando el lugar se comenzó a llenar una persona de allí colocó un par de sillas en el acceso a la misma. Me acerque al encargado y le manifesté mi preocupación por la obstrucción de la misma y enseguida acomodó a la gente en otro lugar.
Ahora me pregunto si nadie le dice nada porque no sabe y la salida queda coartada que hubiera pasado en caso de una emergencia. Después a buscar responsables.
Falta educación en prevención en nuestro país y hasta que eso no pase este tipo de hechos seguirá ocurriendo, lamentablemente.
Espero que aprendamos de esta terrible tragedia, pero es solo un deseo que no veo muy cercano a cumplirse puesto que solo basta con salir de noche en cualquier ciudad de la argentina para darse cuenta que los Cromagnon siguen existiendo. No existen leyes más duras ni contralor suficiente para que la protección contra incendios en establecimientos nocturnos sea eficiente. El estado no tiene la capacidad para inspeccionar, pero no solo hablo de capacidad de personal sino capacidad técnica pues normalmente son civiles los que realizan este trabajo, que por ahí han adquirido alguna capacitación sobre las leyes, pero no sobre la especificidad del tema, como se hace en Estados Unidos si se quiere, quienes son los propios bomberos quienes se encargan de la verificación de la distribución de matafuegos, control de hidrantes, elementos constructivos y todo lo que tiene que ver con el fuego.
En nuestro país la legislación data del año 79, y en algunas provincias hay ordenanzas a nivel local que suplen algunos aspectos, pero no todos y la provincia de Buenos Aires, después de esta tragedia puso en funcionamiento la ley 1316 de Evacuación y simulacro, que tampoco pudo llenar los espacios vacíos que existen en la legislación argentina pero en algo ayudó.
Y me pregunto en el título de esta nota si aprenderemos de una vez porque a partir de allí se abrió una brecha donde a los locales de reunión pública los confinaron a un determinado número de personas de acuerdo a su capacidad. Y digo que cada uno es responsable porque si vas a un boliche y no ves una salida de emergencia o esta cerrada, obstruida, como muchas de nuestra ciudad, no te quedes, o hace algo por cambiar. Cada uno debe cuidarse si el estado o el privado no se compromete en este sentido.
Una vez me toco asistir a una cena en un lugar de alto nivel de nuestra ciudad y como hombre de la seguridad me fijo en todo y me toco sentarme cerca de la “SALIDA DE EMERGENCIA” que estaba demarcada con un cartel que así lo expresaba y cuando el lugar se comenzó a llenar una persona de allí colocó un par de sillas en el acceso a la misma. Me acerque al encargado y le manifesté mi preocupación por la obstrucción de la misma y enseguida acomodó a la gente en otro lugar.
Ahora me pregunto si nadie le dice nada porque no sabe y la salida queda coartada que hubiera pasado en caso de una emergencia. Después a buscar responsables.
Falta educación en prevención en nuestro país y hasta que eso no pase este tipo de hechos seguirá ocurriendo, lamentablemente.
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